Por Victor Santos Suriel
Ex Presidente de la Sociedad Dominicana de Geología (SODOGEO)
:
En medio de la tragedia sanitaria del coronavirus y el caos económico
provocado por el aislamiento social, la minería metálica dominicana ha dado
muestra de ser parte esencial de la economía, generando en estos momentos
riquezas imprescindibles para sobrevivir la crisis, por lo que también podría
jugar un papel muy importante en la recuperación de nuestra económica. Este
es un tiempo propicio para revisar los proyectos mineros engavetados en el
pasado que pudieran atraer inversiones mineras y aumentar la producción y
exportación minera dominicana.
La pandemia del coronavirus continúa arremetiendo contra la salud de los
dominicanos, contando al día de hoy con de 245 personas fallecidas y 5,044
contagiadas. Acompañando la pandemia están la cuarentena y el toque de
queda provocando una catástrofe económica, parando el turismo y
disminuyendo significativamente el aporte de las remesas. Los epidemiólogos
no saben precisamente cuándo terminará la cuarentena y los economistas no
han podido estimar la magnitud del daño a la economía. Sin embargo, todos
los economistas concuerdan que los dominicanos seremos más pobre cuando
termine esta pandemia, y por consiguiente, necesitaremos aumentar la
producción y generación de divisas para el salir de la depresión económica.
Actualmente, solo contamos con la minería como importante fuente de
generación de divisa.
El territorio dominicano ha sido privilegiado por la naturaleza al crear
condiciones geológicas propicias para dar origen a varios yacimientos
minerales, metálicos y no metálicos. Durante la crisis del coronavirus se ha
mantenido la producción de Oro en la mina de BARRICK Pueblo Viejo en
Sánchez Ramírez y la extracción de Ferroníquel de FALCONDO en Monseñor
Noel. También tenemos en etapa de desarrollo la mina subterránea de Cobre
y Oro de CORMIDOM que entrará en producción en los próximos meses en
Monseñor Noel.
El proyecto BARRICK-Pueblo Viejo desde el inicio de sus operaciones
comerciales en el 2013 ha pagado más de RD$100 mil millones de pesos al
Estado Dominicano por concepto de diferentes impuestos. Según el Centro de
Exportación e Inversión de la República Dominicana (CEI-RD) en el primer
trimestre del 2020 las exportaciones aumentaron un 5.6%, siendo el Oro y el
Ferroníquel de los principales contribuyentes.
No caben dudas que cuando desaparezca el coronavirus la minería continuará
su papel esencial en nuestra economía, liderando las exportaciones
dominicanas. Sabemos que el potencial minero dominicano no ha llegado a su
límite y puede continuar aumentando su aporte económico, si el Gobierno o
futuros gobernantes empiezan una revisión de la viabilidad ambiental y social
de los proyectos mineros engavetados en los últimos años, como la expansión
de la extracción de Ferroníquel de FALCONDO en Loma Miranda, en la Vega y
Monseñor Noel y el proyecto de extracción de Oro el Romero de GOLDQUEST
en San Juan, ambos proyectos extractivos posicionados actualmente en un
limbo jurídico.
Lamentablemente, la paralización de esos proyectos mineros fue resultado
de la campaña de desinformación, sin méritos científicos, de los grupos
ambientales y ONG internacionales que se oponen a todo tipo de minería,
propagando como causa de su oposición la potencial disminución en
disponibilidad y calidad del agua en la zona, tales declaraciones, sin sustento
científico, provocaron temores y desconcierto en las comunidades.
Sin embargo, las empresas mineras metálicas dominicanas están aplicando la
alta tecnología para realizar una minería ambientalmente responsable, como
demuestra el record de los últimos 12 años las operaciones de BARRICK-
Pueblo Viejo, FALCONDO y CORMIDOM. Durante ese periodo los opositores a
la minería no han podido mostrar un análisis químico de un laboratorio de
reputación ni datos estadísticos indicando que la actividad minera provoco la
disminución de la calidad y disponibilidad del agua en las provincias mineras
dominicanas.