Era el último día del curso escolar, pero no el primero ni el último en el que el presidente Joe Biden tenía que dirigirse a la nación para reconfortar el estremecimiento colectivo. «Estoy hastiado y cansado, tenemos que actuar, ¡y no me digáis que no podemos hacer nada para tener un impacto sobre esta carnicería!», se desahogó frente a las cámaras. «En el nombre de Dios, ¡todos sabemos lo que hay que hacer!».