Miles de personas han salido a las calles de la capital de PerúLima, para pedir la renuncia de la presidenta, Dina Boluarte, todo ello después de que en los últimos días hayan llegado a la ciudad decenas de caravanas de manifestantes procedentes de regiones de todo el país.

Mes y medio después de que tuviera inicio el estallido social en el que se encuentra inmerso Perú y con un balance de fallecimientos que desde el 7 de diciembre rebasa la cifra de los 50 muertos, el paro nacional celebra una jornada de protestas marcada por el fuerte despliegue policial de las autoridades peruanas, con más de 11,000 agentes de seguridad en las calles de la capital.

Las autoridades del país han pedido calma a los manifestantes y han hecho un llamamiento para que expresen sus reclamos de manera pacífica. De hecho, la propia mandataria apeló el pasado lunes a los ciudadanos peruanos a llevar a cabo la ‘Toma de Lima‘ «en paz».

Asimismo, al menos diez dotaciones del Cuerpo de Bomberos de Lima han acudido a extinguir el fuego en un edificio de oficinas de la Plaza San Martín, en el centro de Lima, cerca del Palacio de Justicia, según ha informado la emisora RPP.

La Policía Nacional de Perú (PNP) ha denunciado ataques contra las fuerzas del orden así como la destrucción del patrimonio público y privado, motivo por el que habría procedido al «uso legal de la fuerza, garantizando el respeto de los Derechos Humanos».

Asimismo, ha hecho un llamamiento a «la calma y la paz», pidiendo a los manifestantes que el derecho a la protesta no sea manchado con actos de violencia, según ha expresado el órgano policial en un comunicado difundido en al red social Twitter.

Hasta el momento no han trascendido informes que hables del número oficial de heridos en las protestas, si bien una mujer habría resultado malparada después de que una bomba lacrimógena lanzada por la Policía impactara en ojo izquierdo, según ha recogido ‘La República’.

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