Inseguridad alimentaria, aumento de la canasta básica familiar, violencia, anarquía, estancamiento político, deterioro del poder judicial, un posible colapso económico y una catástrofe humanitaria fueron los principales puntos citados por los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU al evaluar la situación crítica en la que se encuentra Haití.
Durante las casi dos horas que duró la reunión, los estados miembros del Consejo debatieron los puntos que deben ser tomados en consideración para la recuperación del pueblo haitiano y reiteraron la necesidad de que todos los países cooperen, en ese sentido, y la posibilidad de tomar sanciones para acabar con la ola de violencia que sufre Haití.
Los representantes de República Dominicana, Haití y Canadá fueron invitados a participar en la sesión 9,136 del Consejo de Seguridad de la ONU, cuyo único punto fue lo relativo a la situación de violencia que está aconteciendo en ese país.
En ese tenor, resaltó el trabajo que han tratado de hacer algunos líderes y el compromiso que estos han adoptado para poder resolver la situación de Haití y crear las condiciones necesarias en materia de seguridad para realizar unos comicios.
“A lo largo de esta crisis he mantenido mis esfuerzos de buenos oficios con toda la sociedad haitiana y he alentado a todos a participar en un diálogo abierto, amplio y constructivo. Hasta el momento, los esfuerzos no conclusos han generado un impasse, los interesados nacionales han empezado a comprometerse con un sentido renovado de urgencia”, fue parte de la intervención de La Lime.
Más donaciones
Instó a los aliados internacionales a seguir donando al fondo común para la Policía Nacional de Haití y destacó que alrededor de 1.5 millones de personas en Haití se han visto afectadas por la violencia de las pandillas, lo cual ha provocado pérdidas de vidas y en raciones de alimento millonarias, lo que ha acarreado una “catástrofe humanitaria”.
De su lado Valerie Guarnieri, directora ejecutiva adjunta del Programa Mundial de Alimentos (PMA), en su intervención, explicó ante el consejo que la situación de las familias haitianas y la falta de alimentos ha alcanzado “nuevos niveles de desesperación”, ya que en menos de un año los precios de la canasta básica familiar han sufrido un aumento de un 52 %.
Destacó que ante la situación que se vive en Haití los niños no pueden ir a la escuela porque no es seguro y que la inseguridad frena la implementación de programas humanitarios en favor de los ciudadanos, al tiempo que indicó que los alimentos no pueden entrar por vía portuaria y que existe una gran falta de agua potable.
Indicó que en un informe de la FAO sobre el hambre, Haití se encuentra entre los países que sufrirán un deterioro en su situación alimentaria y que más de cuatro millones de personas afrontarán un mayor nivel de crisis alimentaria.
Haití es un lugar “particularmente vulnerable al tráfico ilícito de drogas, armas y municiones”, fue lo que señaló Ghada Fathi Waly, directora ejecutiva de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), al hablar ante el consejo.
Explicó que la delincuencia organizada y los enfrentamientos entre pandillas “minan la seguridad, estabilidad y el Estado de derecho en Haití”, lo cual socaba los esfuerzos de paz y las posibilidades de desarrollo sostenible.