La situación de la alimentación en la República Dominicana es sumamente preocupante en función a los elevados precios que experimentan todos los renglones de la vida cotidiana, pero, cuando vamos al plano de los alimentos, es todavía mas preocupante en función de que la gran mayoría de la población no se está alimentando fruto de la imposibilidad de comprar alimentos que provean los nutrientes que se requieren para una vida medianamente saludable
La comida que se consume diariamente en República Dominicana es «La bandera» que consiste en arroz blanco, habichuelas guisadas y carne guisada (del tipo que sea pero preferiblemente carne de pollo, cerdo o res).
Ese tipo de alimentación, prácticamente desapareció de las mesas de las clases medias del pais en función, que con los recursos que se generan en la actualidad no alcanzan para compararlo de manera cotidiana, y en el caso de las familias que viven en la pobreza, hace tiempo que desapareció de su menú y en la actualidad, lo que hacen es saltarse comidas y las que se sustituyen, buscan la forma de «engañara el estómago» como decían los viejos antes
Los precios prohibitivos que experimentan esos alimentos en el pais hace que la gente, que consigue algunos «chelitos», para cocinar compren algun pedazo de salami del malo o bien un pedazo de longaniza hecha,no se sabe con qué cosa y hacen un locrio para alimentar la familia.
Lo malo delc aso es que no lo pueden acompañar con una ensalada, ya esos productos han alcanzado precios prohibitivos de tal manera,que la ensalada que antes se hacia con 35 o 40 pesos, ahora hay que desembolsar entre 75 y cien pesos
El Panorama indica que una de las principales causas del alza de la malnutrición en los grupos de población especialmente vulnerables son los cambios que han sufrido los sistemas alimentarios de la región –el ciclo de los alimentos desde su producción hasta su consumo.
Estos cambios han afecta a toda la población, pero sus efectos más adversos los sufren los sectores más excluidos de la sociedad, los cuales, si bien han aumentado su consumo de alimentos saludables como leche y carne, muchas veces deben optar por productos con alto contenido en grasa, azúcar y sal, ya que tienen menor costo.
Por ello, la Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y Agricultura (FAO), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), y el Programa Mundial de Alimentos (WFP), llaman a los países a aplicar políticas públicas que combatan la desigualdad y promuevan sistemas alimentarios saludables y sostenibles.