Un terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter ha sacudido esta madrugada las provincias del sureste de Turquía y el norte de Siria, según ha informado el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). La Presidencia de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD) de Turquía afirmó que hay al menos 76 muertos y 440 desaparecidos en siete de las diez provincias afectadas, aunque se cree que la cifra seguirá aumentando en las próximas horars. En Siria, se han notificado más de 230 muertos y 600 heridos en zonas del norte y oeste controladas por el Gobierno, y decenas de fallecidos en las áreas bajo control rebelde. Las imágenes muestran numerosos edificios colapsados, incluidos algunos de más de ocho plantas. El movimiento se ha sentido con fuerza en 14 países, entre los que están Líbano, Israel, Chipre y Jordania.
“Nuestra prioridad es sacar a las personas atrapadas bajo los edificios derrumbados y trasladarlas a los hospitales”, ha dicho el ministro del Interior, Suleyman Soylu, que ha anunciado la declaración del nivel más alto de alarma. También se ha emitido una petición de ayuda internacional y se ha puesto en estado de alerta a las Fuerzas Armadas en la zona para participar en lo que sea necesario. “Estamos recibiendo notificaciones de muchos lugares, nuestros equipos de salvamento han sido enviados a la zona, se están preparando y enviando aviones de carga”, añadió el ministro.