Israel lanzó un amplio bombardeo aéreo sobre Gaza el viernes, el más intenso de las últimas tres semanas, y el ejército israelí confirmó que sus fuerzas estaban ampliando sus operaciones terrestres.

Mientras tanto, todas las comunicaciones telefónicas y por internet fueron cortadas en el territorio.

La ofensiva de Israel en Gaza ha dejado más de 7.500 muertos según las autoridades del territorio controlado por Hamás.

Es la respuesta al ataque el 7 de octubre que el grupo militante palestino llevó a cabo en el territorio de Israel y que dejó unos 1.400 muertos y más de 200 personas tomadas como rehenes.

La Media Luna Roja Palestina dijo que no puede hablar con sus equipos en Gaza.

«Estamos profundamente preocupados por la capacidad de nuestros equipos para continuar brindando sus servicios médicos de emergencia, especialmente porque esta interrupción afecta al número central de emergencias ‘101’», escribieron en una publicación en X.

También la organización Médicos Sin Fronteras (MSF) dijo que había perdido contacto con algunos de sus colegas palestinos en el terreno.

En un mensaje compartido en las redes sociales, el grupo señaló que estaba «particularmente preocupado por los pacientes, el personal médico y miles de familias que se refugian en el hospital Al Shifa y otras instalaciones sanitarias».

«Pedimos la protección inequívoca de todas las instalaciones médicas, el personal y los civiles en toda la Franja de Gaza», afirmó MSF.

En un comunicado el sábado, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, dijo que los bombardeos y las operaciones terrestres de el viernes en Gaza por parte de las fuerzas israelíes están “llevando esta terrible crisis a un nuevo nivel de violencia y dolor”.

“Para agravar la miseria y el sufrimiento de los civiles, los ataques israelíes a las instalaciones de telecomunicaciones y el posterior cierre de internet han dejado a los habitantes de Gaza sin forma de saber lo que está sucediendo en toda Gaza y los han aislado del mundo exterior”.

«Anoche perdimos contacto con nuestros colegas en Gaza. Nuestros colegas ya habían soportado días y noches bajo el incesante bombardeo de Gaza», dijo Volker Turk.

Y agregó que «no hay ningún lugar seguro en Gaza y no hay salida. Estoy muy preocupado por mis colegas, como lo estoy por todos los civiles de Gaza».